
Famosa por ser utilizada como arma de defensa personal y de duelo por las calles de ciudades y pueblos tanto europeos como de las américas. Su diseño facilita un ágil manejo para ejecutar estocadas manteniendo una gran defensa gracias a su alcance. Su empuñadura, además, garantiza la seguridad de la mano que la maneja gracias a su compleja guarda.
Para estudiarla, se utiliza el tratado insignia español sobre el manejo de la espada: La verdadera destreza de las armas, escrito por Jerónimo Sánchez de Carranza en el S. XVI.